Toda historia tiene su principio y su final, y por mas que lo he intentado, mi cuadro no encaja más en tu marco, ya no seremos más como esas piezas de "sal y pimienta", que aunque distintas, encajan siendo
una sola figura...
Con el tiempo nos salieron grietas en el alma, telarañas en la sonrisa y la guarida del corazón cogió humedad, por mas que tratamos de arreglarlo y buscamos una solución duradera, lo único que hacíamos era taponar una herida condenada a abrirse continuamente y que a voces nos gritaba a la cara la cruda realidad. La realidad es que todas las cosas tienen, un Ahora y un Siempre, pero no todas las historias gozan de ambas, hay historias que desde que nacen llevan grabado el siempre, y son felices, pero nunca son capaces de arriesgar, de saborear el riesgo y su adrenalina. Otras en cambio, desde su comienzo solo saborean la pasión, la locura del amor etc. pero con la misma euforia que nacen, acaban consumiéndose. Ese fue nuestro caso... Vivimos un Ahora pleno, lleno de locura y pasión, un amor efímero lleno de intensidad, que comenzó con tantas ganas, que ellas mismas consumieron nuestro Ahora sin dejarnos ningún Siempre.
Y ya no somos mas la sal y la pimienta, sino el azucar y la sal cada uno en su tarro individual, porque las grietas se han ido reparando y la humedad desapareció, nuestras sonrisas ya no tienen telarañas, pues encontramos el plumero perfecto para ellas, que al fin nos dejó completos esperando un nuevo comienzo, un nuevo Ahora que por fin, desemboque en un Siempre.
...Ekaitz...
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