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viernes, 15 de noviembre de 2013

Hay finales justificados y este, era uno de ellos.

"Ya no recordaba cuanto duele el amor, ni lo imbéciles que somos creyendo en él,
sobre todo cuando se trata de historias que llevan el final escrito mucho antes que 
el principio"

Nos empeñamos en luchar por aquellos "imposibles", esos que todos sabemos que existen, todos los hemos vivido, ya sea amando a alguien que jamás te corresponde, o siendo la parte que nunca quiere a quien lo ama. Todos los conocemos y sabemos cuanto duelen entonces, ¿por qué seguimos empeñados en luchar por ellos y hacernos daño a nosotros mismos?. Este era su caso...

Todo empezó como un juego, todo se trataba de pura diversión y entretenimiento. 
Él era todo lo que ella no necesitaba, era la persona incorrecta. 
Tenía un corazón de hielo incapaz de amar a nadie salvo a sí mismo.

Sin saber cómo, día a día ella se involucraba un poco mas en toda esa historia sin sentido,  hasta que ya no supo como salir, decidió entonces dar una oportunidad a ese corazón helado, oportunidad que se convirtió en una tras otra esperando su deshielo mientras su propio corazón, se consumía cada día un poco más.

Arriesgó su alma por él, como nunca nadie lo había hecho antes, y perdió. 
Él jamás fue capaz de quitar la escarcha de su corazón, nunca supo valorarla y cada gesto de amor que ella tenía y cada esfuerzo que ella hacia por seguir a su lado, era despreciado por la mas pura ignorancia...

Ella creyó romperse del todo, pero al poco tiempo comprendió que eso de luchar por los imposibles solo te hace car en un pozo oscuro donde solo te haces daño a ti mismo, engañándote con una felicidad inexistente.
Justo en ese instante decidió salir de ahí, ponerle un final a todo eso.
En ese momento vistió su sonrisa de etiqueta para la mejor de las galas que la vida le brindaba, y a paso firme sobre sus tacones de vértigo cruzó la puerta decidida, diciendo ADIÓS a esa historia sin principio y salió directa en busca de su sitio, solo para ella donde ser feliz y sobre todo, donde la mentira y los imposibles no existen.

...Ekaitz...